Boca abajo, levanta la cabeza y el tronco apoyándose en los antebrazos. Los muslos estén estirados.
Boca arriba, tiene las caderas extendidas y, aunque las rodillas aún están algo dobladas, apoya los talones en la cama. Puede girarse de lado.
Al sostenerlo sentado, mantiene la cabeza erguida.
Abre las manos, juega con ellas y se las lleva a la boca.
Los movimientos de brazos y piernas empiezan a ser intencionados, pero todavía no los sincroniza bien. Intenta dirigir la mano hacia los objetos, pero no acierta a cogerlos; sin embargo, si se le pone un sonajero en la mano, puede sostenerlo y agitarlo.
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